El
R-8 nació en 1962 para sustituir al Dauphine manteniendo la disposición
"todo atrás". La
modernidad de sus formas le daba un aspecto agradable y de coche grande, mientras que la simplicidad técnica le confería una robustez
mecánica a toda prueba, convirtiéndose en un coche familiar fiable y de
escaso consumo.
La incorporación de frenos de disco en las ruedas delanteras, inédito hasta
entonces en vehículos del segmento C, hicieron desaparecer la mayoría de
los sustos protagonizados por el Dauphine. Pese a esta mejora, muchos propietarios llevaban permanentemente en la parte delantera carga extra y/o modificaban la
inclinación de las ruedas traseras mediante unos separadores para mejorar su
comportamiento.
El
capó delantero presentaba una doble vertiente interior que en días lluviosos
acumulaba el agua y en ocasiones formaba un extraño surtidor hacia el
parabrisas. A lo largo de su vida sufrió algunos cambios estéticos, primero fue la
aparición del TS que con sus 4 faros provoco la desaparición de la asimetría en la colocación del logotipo
delantero de la marca y posteriormente surgió la segunda generación, que contaba con pilotos traseros más grandes y parachoques delantero continuo.
En
cuanto a la parte mecánica, el "erre ocho" contaba con el nuevo
propulsor Sierra, también llamado como Cléon-Fonte o motor C, que
sustituía al motor Ventoux que venía utilizándose hasta entonces. Este nuevo
bloque se caracterizaba por sus 5 cojinetes en el cigüeñal y su flexibilidad.
Distintas adaptaciones técnicas han permitido que siguiese en el mercado hasta
el año 2004, momento en que dejo de fabricarlo Dacia, tras 42 años, todo un
hito en la historia automovilística europea.
El
motor del R-8 era un 4 cilindros en línea, ubicado en posición trasera
longitudinal, contaba con una cilindrada de 956 cc que le permitía desarrollar
unos 41 CV a 5.200 rpm y alcanzar los 125 km/h. La tracción era trasera y la
caja de cambios manual de 4 relaciones y marcha atrás.
Las suspensiones eran independientes
con amortiguadores hidráulicos telescópicos y muelles helicoidales, siendo las
delanteras de paralelogramo articulado por brazos triangulares con barra
estabilizadora y las traseras de semiejes oscilantes con brazos de reacción
diagonales. La carrocería es de acero monocasco y autoportante de 4 puertas.
En los siguientes enlaces
hay más información al respecto: Renault 8 - Wikipedia, la
enciclopedia libre, El
Rincón del Renault 8, Prueba:
Renault 8 - Piel de
toro - La web de los coches clásicos, Prueba: Renault 8 '66 - Piel de toro - La web de los coches clásicos y Prueba: Renault 8 2ª Generación - Piel de toro - La web de los coches clásicos.
La
miniatura está fabricada por Universal Hobbies en escala 1/87 y corresponde a la entrega nº 4 del coleccionable L'âge d'or des voitures françaises au 1/87 de Editions Atlas. A la maqueta original se le han añadido unas matriculas españolas. Se trata
de un modelo bien resuelto, muy detallado, tanto interior como exteriormente,
con un buen molde y un pintado correcto. El fallo más significativo son los
pivotes de las luces. Si apreciáis algún otro fallo no dudéis en
comentarlo.